lunes, 29 de octubre de 2007

JUEGOS SIN JAULA







La mayor preocupación en la institución escolar es el control. Lo más importante es que los alumnos permanezcan todos juntitos en un mismo lugar para recibir ese conocimiento dado por el maestro que es quien domina ese sitio.


Los alumnos tienen su propio espacio también dentro del aula, su mesa y su silla.


El niño se ciñe a lo que le permiten hacer, vive en una pequeña jaula en la cual está limitado.


El orden es esencial, que el alumno sepa cual es su espacio es una de las mayores necesidades para el maestro.


Ellos tienen su espacio y el maestro otros.


Su clase es el lugar donde se recibe todo y fuera de ahí no hay más. Ven ese lugar cerrado como la principal y única fuente de conocimiento e información.


El alumno va a aprender allí, pero ¿solo allí? Es un error tan evidente que lo aceptamos callados y lo asumimos como lo natural y lo mejor para todos.


Fuera, donde no hay jaulas, hay matemáticas, lengua, conocimiento del medio, historia, música, arte... fuera es donde está el mayor conocimiento que podemos tener.


Cuando el alumno experimenta, crea, inventa, comete errores, se enfada, ríe... en el exterior de su jaula escolar, se empapa de un conocimiento inmediato por sí mismo.


Deja de ser el pajarito al que dan de comer y beber en un cuenco azul y blanco.


Rompen con el control, con el silencio, con el espacio y simplemente aprende en un contexto rico.


Así, si usamos otros espacios que no sean las aulas para aprender con los alumnos siempre tendremos que escuchar la crítica negativa de que es perder el tiempo en organizar, en controlar... el alumno siempre queda al margen. Se antepone la comodidad, lo fácil. Gana la batalla el mantener el orden.